El cambio institucional necesario

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martes, 29 de junio de 2010

¿Por qué es necesario un cambio institucional?

¿Qué se conoce como cambio institucional? ¿Por qué es necesario un cambio institucional? ¿Por qué abrir un blog sobre el cambio institucional? Para responder estas interrogantes, hay que comenzar por precisar qué se entiende por instituciones. Las instituciones, en estos tiempos que corren, no son los establecimientos u organismos que desempeñan una función de interés público, benéfico o docente. Ellas son mecanismos de orden social y de cooperación que buscan regular, normalizar y tipificar los comportamientos de un grupo de individuos o de una sociedad entera. Las instituciones son mecanismos porque funcionan como dispositivos que buscan producir una acción determinada; y son de cooperación porque tienen un carácter coercitivo y como tales obligan a los integrantes del grupo a obrar en conjunto para alcanzar un mismo fin.
Las instituciones trascienden las voluntades individuales, pues son una suerte de imposición -aunque no se perciba como tal- que busca el bien social: la norma para un conjunto de personas en particular. El mecanismo de las instituciones funciona por la preexistencia de un conjunto de reglas y normas que en todos los casos son bastante inflexibles.
Dado que el término institución se aplica a las normas de conducta y costumbres consideradas válidas por una sociedad, de allí se desprende que
Ellas cambian de un grupo social a otro y que pueden variar con el tiempo.
Cuando se habla de cambio institucional y a la necesidad de un cambio institucional, se alude al requerimiento de modificar algunas conductas o costumbres que dificultan, interfieren y obstaculizan el progreso de una sociedad, pues impiden que avance y se desarrolle. Los actos de corrupción y las acciones deshonestas, por ejemplo, cuando se institucionalizan en los países o en los grupos sociales, constituyen un factor de freno al desarrollo porque generan desconfianza y ello carece todas las transacciones e intercambios económicos y de cualquier otro tipo. Por ello se hace necesario combatirlos.
Abrir una ventana para presentar casos cotidianos en los que apremia un cambio institucional resulta en mi criterio sumamente útil para promover la reflexión individual y colectiva, y comenzar a hacer los pequeños cambios que a la larga benefician al conjunto.
Este blog constituye mi modesto aporte para el nacimiento de una mejor sociedad que debemos construir entre todos y que debe conducir a una vida en la que podamos confiar unos en otros para alcanzar el bienestar que merecemos.
Para más información relacionada con este tema, ver el perfil de Natan Lederman

domingo, 6 de junio de 2010

Instituciones vs organizaciones

A menudo, para referirese al actual estado de cosas en Venezuela, en reuniones y conversaciones se suelen escuchar frases como estas: "Se ha perdido la institucionalidad en el país", “Hay que rescatar las instituciones”, "La corrupción se ha institucionalizado”,“En un país sin instituciones, solo el vivo puede
sobrevivir”. Estos enunciados refieren a un uso moderno del término instituciones, muy distinto de aquel que entendía las instituciones como sinónimo de organizaciones.
Las instituciones, según como se las define en la actualidad, son las normas que permiten regular las acciones de los individuos en una sociedad. Es la noción que instauraron los teóricos institucionalistas en Alemania a finales del siglo XIX y que continuaron los institucionalistas americanos a comienzos del siglo XX.
Las instituciones no deben confundirse con las organizaciones, que son entidades dirigidas por un grupo de personas que persigue un objetivo común. Las instituciones no son tangibles, trascienden lo meramente físico, y son absolutamente coercitivas. Se trata del conjunto de reglas, valores, comportamientos convenidos y plenamente aceptados por un grupo social que sirven para guiar y orientar los comportamientos individuales y de conjunto. Los ejemplos de instituciones son infinitos. Los contratos de compra-venta de bienes son instituciones, pero también el matrimonio, la confesión, el voto, el título de bechiller, ceder la silla a una anciana, hacer cola para tomar el autobús. Ejemplos de organizaciones son la Iglesia, la universidad, la escuela, la policía, las fuerzas armadas, el Parlamento, una empresa, un medio de comunicación y una organización no gubernamental.
Las instituciones pueden ser formales e informales. Dentro de las formales cuentan o la Constitución, las leyes, los reglamentos y los contratos, mientras que dentro de las informales pueden estar saludarse con un beso, con dos o con ninguno, dependiendo de la costumbre de un país en particular; ser puntuales o impuntuales en las citas. Para un inglés puede ser una cuestión de honor llegar a la hora exacta a un encuentro, mientras que para un venezolano puede que ello no tenga mayor importancia. Incluso, llegar puntual a una cita en particular en Venezuela, como es el caso de una cena o una fiesta, puede poner en apuros a los anfitriones, que seguramente esperan que los ivitados lleguen media hora o una hora después de lo indicado.
hora.
Del mismo modo, las instituciones no son estáticas sino que cambian con el tiempo. La esclavitud fue una institución plenamente aceptada y arraigada en América durante el siglo XVII, pero sería inaceptable hoy en día. Los estudios sociales serios entienden las instituciones como fundamentales para comprender a plenitud las sociedades y sus problemas, y los países desarrollados han entendido que introducir cambios en las instituciones contribuye a acelerar el crecimiento económico de los mecados y permite aumentar el bienestar de los ciudadanos. De allí la importancia de difundir aún más la dimensión contemporánea de la noción de institución.