A menudo, para referirese al actual estado de cosas en Venezuela, en reuniones y conversaciones se suelen escuchar frases como estas: "Se ha perdido la institucionalidad en el país", “Hay que rescatar las instituciones”, "La corrupción se ha institucionalizado”,“En un país sin instituciones, solo el vivo puede
sobrevivir”. Estos enunciados refieren a un uso moderno del término instituciones, muy distinto de aquel que entendía las instituciones como sinónimo de organizaciones.
Las instituciones, según como se las define en la actualidad, son las normas que permiten regular las acciones de los individuos en una sociedad. Es la noción que instauraron los teóricos institucionalistas en Alemania a finales del siglo XIX y que continuaron los institucionalistas americanos a comienzos del siglo XX.
Las instituciones no deben confundirse con las organizaciones, que son entidades dirigidas por un grupo de personas que persigue un objetivo común. Las instituciones no son tangibles, trascienden lo meramente físico, y son absolutamente coercitivas. Se trata del conjunto de reglas, valores, comportamientos convenidos y plenamente aceptados por un grupo social que sirven para guiar y orientar los comportamientos individuales y de conjunto. Los ejemplos de instituciones son infinitos. Los contratos de compra-venta de bienes son instituciones, pero también el matrimonio, la confesión, el voto, el título de bechiller, ceder la silla a una anciana, hacer cola para tomar el autobús. Ejemplos de organizaciones son la Iglesia, la universidad, la escuela, la policía, las fuerzas armadas, el Parlamento, una empresa, un medio de comunicación y una organización no gubernamental.
Las instituciones pueden ser formales e informales. Dentro de las formales cuentan o la Constitución, las leyes, los reglamentos y los contratos, mientras que dentro de las informales pueden estar saludarse con un beso, con dos o con ninguno, dependiendo de la costumbre de un país en particular; ser puntuales o impuntuales en las citas. Para un inglés puede ser una cuestión de honor llegar a la hora exacta a un encuentro, mientras que para un venezolano puede que ello no tenga mayor importancia. Incluso, llegar puntual a una cita en particular en Venezuela, como es el caso de una cena o una fiesta, puede poner en apuros a los anfitriones, que seguramente esperan que los ivitados lleguen media hora o una hora después de lo indicado.
hora.
Del mismo modo, las instituciones no son estáticas sino que cambian con el tiempo. La esclavitud fue una institución plenamente aceptada y arraigada en América durante el siglo XVII, pero sería inaceptable hoy en día. Los estudios sociales serios entienden las instituciones como fundamentales para comprender a plenitud las sociedades y sus problemas, y los países desarrollados han entendido que introducir cambios en las instituciones contribuye a acelerar el crecimiento económico de los mecados y permite aumentar el bienestar de los ciudadanos. De allí la importancia de difundir aún más la dimensión contemporánea de la noción de institución.
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